jueves, 11 de julio de 2024

Hoy día de la Ascensión, he decidido estafar todo lo susceptible de ser estafado  y robar todo lo susceptible de ser robado.  Si tiene que haber sangre habrá sangre. Voy a salir de mi burbuja, ya puede temblar el mundo. 

Soy Liberto Panyagua, y me he quedado solo.
En verdad que a mis 27 años aún no se quien soy, si un ente, una ameba, o cualquier cosa que pulule por este mundo, inmundo e ingrato, se que te tengo un cuerpo humano o algo parecido y que estoy muy cabread@, tanto como Jesús (jesusa) ante los fariseos, o tanto como cuando no me hacen caso los camareros de una barra en un concierto de soziedad alkoholika, lo que si se es que hoy voy a cambiar mi vida para siempre, se acabó la fiesta del hola que tal, bon día y su puta madre, hoy he decidido hacer lo mas malo y perverso que se me ocurra…. como por ejemplo escribir esto jajaja  (risa demoniaca)

empezaré por algo sencillo y buscaré al más débil que se me presente, tengo que practicar, pero antes me tomaré algo en ese bar.
Eran las 7,30 de la tarde y los parroquianos se mezclaban en una fauna variopinta, me acomode en la barra y después de pedir una manzanilla con unas gotas de anís me dedique a observar el entorno,  aquellos tipos en la ultima mesa al fondo que parecían sacados de una pelicula de Scorsese, la chica sola de mediana edad tirando para arriba, seis o siete obreros con sus ropas de trabajo sudadas después de un puto día de trabajo, situados donde la barra hace L,  en un par de mesas había gente que anqué estaban acompañadas se veían solitarias, cenando un menú cena reciclado del menú del mediodía, taciturnos, sin levantar la vista de su plato exceptuando cuando alguien levantaba la voz, que ahí si levantaban el cuello  cual jirafas de la sábana……. Estaba claro que ahí no me inspiraba, no era capaz de ver la víctima apropiada, quizás la chica sola de y tantos, pero no paraba de consultar y escribir en su móvil, seguro que no tardarían en echarla de menos en cuanto ese aparato dejara de emitir cosas. De pronto  me di cuenta que estaba sentado justo enfrente del fregadero de la barra, primero llegó el sonido que entró en mi cerebro como un misil, -clinc clanc clonc pli plam pum-, tan estridente que olvide quien soy y qué hacía allí , moví la cabeza como hace cualquier animal para despejarse y mire frente a mi, un tipo alto y delgado como un junco que no era el mismo  que me sirvió  me miraba fijamente sin parpadear mientras aporreaba la vajilla amontonada en una parte del fregadero y en el viaje hacia la otra parte fingía pasarle jabón , eso sí, el ruido que hacía era como si un millón de campanas de diferente tamaño tintinearan en lo  más profundo de los oídos a los decibelios de un concierto de heavy metal.
Pedí la cuenta.

Cuando ya habia pagado y me disponia a salir, me fije en dos cosas y me quede paralizado, por fin tenia algo….
en lo primero que me fije fue en un tipo del grupo donde la barra hacia L, me miraba con una expresión entre carnero dogollado y su mejor cara para las fotografias, incluso se movia como si estubiera bailando mientras sus compañeros lo miraban como diciendo, que le pasa a este.
lo segundo que me ya llamo la atencion fue una especie de urna llena de monedas y billetes, en las que predominaban las de color plata de diferentes tamaños y billetes de colores sin llegar al verde ni lila, ahí debia de haber mas de, uf, quinientos euros, me pregunte…….


Elegi la urna, en verdad necesitaba pasta hasta que se aclrarara lo de la herencia

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